Leyre es el principal monumento románico de Navarra y uno de los conjuntos altomedievales más interesantes de la Península. Entre los diferentes edificios que componen el conjunto (siglos X-XVI), existen ejemplares del románico muy destacados por pertenecer a un periodo muy temprano del mismo y por su excelente estado de conservación. Su singular iglesia abacial (ábsides, torre, cabecera y nave), su originalísima cripta, muestra del arte románico más antiguo de la Península, y la Porta Speciosa (siglos XI-XII) son de extraordinario interés. El Servicio de VISITA TURÍSTICA le ofrece la posibilidad de hacer un recorrido por este conjunto monumental en excelente estado de conservación que guarda muchos de los secretos del Viejo Reyno.
San Salvador de Leyre se asienta sobre una balconada natural en la falda de la sierra de Errando o de Leyre. Este privilegiado enclave del Prepirineo, coronado por el pico Arangoiti (1.355 m), está abierto a un magnífico panorama. Desde las alturas de Leyre la mirada se pierde en las profundidades de un dilatado horizonte. Con esa sensación de plenitud y de paz que es característica de los paisajes suspendidos entre el cielo y la tierra. El paraje, conservando su ubicación estratégica, ha ganado en belleza y serenidad con las aguas del embalse de Yesa que se remansan a sus pies formando el llamado “Mar del Pirineo”.
San Salvador de Leyre es uno de los conjuntos monásticos más antiguos de Europa y destaca entre los monasterios de España por su relevancia histórica forjada a lo largo de los siglos y su patrimonio arquitectónico. Existen noticias documentales del monasterio ya desde el siglo IX. Leyre es la cuna espiritual del antiguo reino de Pamplona (posteriormente reino de Navarra) y el panteón donde yacen sus primeros monarcas. El rey Sancho III el Mayor lo denominó “centro y corazón de mi Reyno”. Tal sentencia resume la importancia del más que milenario monasterio en la vida de Navarra. Cargado de Historia y valores, Leyre fue declarado el primer monumento nacional de Navarra por Real Orden del 16 de octubre de 1867.
La personalidad milenaria del monasterio y su valioso patrimonio arquitectónico, la tradición viva del canto gregoriano y el extraordinario órgano tubular de la iglesia, su valiosa biblioteca, la moderna sala de conferencias-reuniones y demás instalaciones de acogida son otros tantos factores que favorecen el desarrollo de diversas actividades culturales a lo largo del año.
Las Instituciones Forales de Navarra, la comunidad de monjes y el pueblo navarro rinden anualmente en el Monasterio de Leyre un solemne homenaje sus antiguos Reyes y Reinas en reconocimiento a quienes forjaron ese conjunto humano y territorial que es Navarra.