Si Dios te llama, acércate más a Él para escucharle mejor. Es decir, frecuenta la Eucaristía y el sacramento de la penitencia, y procura tener ratos de oración personal. Encomiéndate especialmente a la Virgen María. Ella es la mediadora de todas las gracias. También de tu vocación. Pídele que Ella guíe tus pasos.
Mira bien tus intenciones: ¿verdaderamente quieres abrazar la vida monástica para buscar a Dios y para darte por entero a Él? Valora, también, si gozas de una salud física y psicológica suficientemente buena. Por último, para una buena adaptación, se necesita igualmente tener una edad adecuada (entre 18 y 40 años es la mejor). Las vocaciones más jóvenes también deben ser atendidas. Y los casos que sobrepasan un tanto la edad sobredicha, podrán ser examinados individualmente.
Ponte en contacto con el P. Maestro de novicios. Él te ayudará con gusto. Ambos veréis qué te conviene más en tu caso y en tus circunstancias. Puedes escribirle una carta o un e-mail: info@monasteriodeleyre.com (a la atención del P. Maestro de novicios).
Si todo va bien, lo habitual suele ser que el P. Maestro te proponga pasar unos días en la hospedería interior. Así podrás conocer más de cerca la vida monástica que se lleva en nuestro monasterio.
Finalmente, si continúas animado, después de haber hecho varias visitas al monasterio, podrás ingresar como postulante.